viernes, 4 de marzo de 2011

Miel Pura de Abejas extraída de Bosque Nativo Chileno


Tenemos a su disposición una nueva cosecha de Miel 100% Natural y de exquisito sabor y calidad, extraída de los Bosques Nativos de la V Región, específicamente de las cercanías de Limache... con todo el seguimiento en terreno del proceso de producción que eso implica y además, transportada y envasada, con mucho cariño, por nosotros mismos.
Como muchos sabrán, en Santiago gran parte de la miel que uno puede conseguir viene adulterada, ya sea con agua, colorantes, químicos varios y lo más tragicómico es que en algunos casos le ponen hasta saborizantes como fructosa o sacarina, intentando de este modo, “hacer cundir" el negocio y causándole un gran daño a la salud de las personas ya que la miel cuando le echan agua u otros componentes para que rinda más, pierde propiedades y puede ocurrir un leve proceso de fermentación en su interior... y si a esto le sumamos que las abejas pueden haber sacado las materias primas de lugares contaminados con pesticidas, polen con tratamientos químicos o sectores con smog y concentraciones de plomo... mejor asegurarnos bien de lo que le damos a nuestro cuerpo para tener una buena salud.

A quienes les interese la miel que ofrecemos, les contamos que la estamos vendiendo a $4.500 pesos el kilo y una súper oferta de 3 kilos por $12.000, entregada a domicilio dentro de Santiago y también, podemos despachar a otros lugares vía Chilexpress, previo acuerdo con la persona interesada. La miel está recién comenzando su proceso de granulación, debido a que fue cosechada hace pocas semanas atrás y su estado actual es ideal para consumirla como sea nuestra preferencia, aunque si la prefieren un poco más líquida, se puede poner un ratito al sol o a baño maría.

A continuación, compartimos información extraída del libro "La clave para una buena salud" del doctor Cvitanovic y de otras fuentes en donde se toca el tema de la miel:



Miel de Abejas



La miel se ha utilizado como alimento en todas las épocas y culturas. Por sus cualidades nutritivas, conservantes, cosméticas, edulcorantes y medicinales se le considera un alimento perfecto.

Zeus, el Dios supremo del Olimpo, en su juventud fue alimentado con miel. Uno de los libros del Corán está dedicado a la abeja. Mahoma la consideraba un remedio para todas las enfermedades e Hipócrates, el padre de la medicina, recetaba la miel para tener mayor longevidad.

Las características de la miel dependen de su zona de procedencia, ya sea multifloral, unifloral o monofloral. También pueden clasificarse según el lugar geográfico: de prado, de huerta, de bosques o de montaña.

La miel contiene más de 70 nutrientes beneficiosos. En ella están presentes más de la mitad de los aminoácidos existentes, ácidos orgánicos, acido acético, acido cítrico, entre otros, y vitaminas del complejo B, vitamina C, D y E.

La miel posee una cantidad considerable de antioxidantes, flavonoides y fenólicos. También posee carbohidratos, glucosa, levulosa, sacarosa, dextrosa, aminoácidos, vitaminas, maltosa, proteínas, minerales como calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio.

Estudios realizados en la Universidad de Wisconsin demostraron que la miel varía en su contenido de nutrimentos, dependiendo de la región en que se produce y tiene un variado rango de vitaminas del complejo B incluyendo riboflavina, ácido pantoténico, niacina, tiamina y piridoxina, vitamina C, calcio, magnesio y potasio.



Propiedades Terapéuticas



La miel tiene la bondad de ayudar a tratar gran cantidad de dolencias y enfermedades y ayudar a tratar la salud de todos los seres humanos:

Alcoholismo: Puede eliminar hasta un 35% del alcohol de la sangre.

Sangre: Estimula la formación de glóbulos rojos por la presencia de ácido fólico.

Intestino: Aumenta la producción de la flora intestinal y ayuda a curar el estreñimiento.

Garganta: Se debe tomar cuando hay inicios de laringitis, faringitis, rinitis o gripe.

Hígado: Ejerce una acción hepato-protectora.

Huesos: Fortalece el sistema óseo y los dientes.

Sedante: Dado que favorece la absorción de triptófano que es precursor de la serotonina, actúa como un sedante natural.

Antiséptico: Actúa contra los microbios y acelera la regeneración celular, por lo que puede aplicarse en caso de quemaduras y cortes.

Estómago: Para malestares estomacales o úlceras es altamente recomendada, pues no requiere de digestión previa.

Energizante: Los deportistas lo ingieren antes de los entrenamientos y durante los juegos o competencias ya que mejora el rendimiento físico.

Conservación: Excelente sustancia para sumergir los alimentos y conservarlos por mucho tiempo.

Sexualidad: Estimula el vigor sexual.

Cosmético: Empleada en muchos productos para la piel, cabello, pies, manos, ojos y labios. Empleada a modo de mascarillas para tratamientos de belleza y limpieza facial.

Corazón: Su consumo tiene efectos positivos a nivel del corazón, ya que favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardiaco.

Organismo en general: Por ser rica en minerales y oligoelementos, influye sobre las enfermedades reumáticas; estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo y es un extraordinario reconstituyente.

También debe tenerse en cuenta que los estudios mencionados trabajan con miel sin procesar, no las variedades comerciales que encontramos en el comercio. La miel que encontramos en el comercio por lo general es una miel adulterada con agua, colorantes, saborizantes y preservantes químicos, con el fin de darle mejor sabor y lograr mayor volumen para aumentar las ganancias de la empresa fabricante. Además, cabe mencionar que gran parte de esta miel fue hecha con materias primas afectadas por pesticidas.

Tanto si es para ingerirla como para aprovechar estas cualidades que hemos mencionado, busque miel natural sin procesar y a ser posible que sea de su región, así evitará posibles alergias con pólenes transgénicos, con pesticidas, adulterados químicamente o contaminados con plomo, que son desconocidos por nuestro sistema inmunitario y podrían provocar rechazos de nuestro organismo.



Porque, en resumen:



El valor de consumir miel es que es un alimento altamente energético, de delicioso sabor, que tiene propiedades nutricionales, medicinales y antioxidantes en cuya composición existen vitaminas, minerales, ácidos orgánicos y enzimas.

Existen registros prehistóricos de la utilización de la miel en pinturas rupestres.

Los antiguos egipcios y los griegos se referían a la miel como un producto sagrado que llamaban “el néctar de los dioses”. En pirámides egipcias con más de 3.000 años de antigüedad, fueron encontradas vasijas de barro conteniendo miel.

El apicultor, mediante la implementación de colmenas, entrega las condiciones para el desarrollo de la familia de abejas, obteniendo al final de la temporada apícola el excedente de la miel producida por las abejas.

Es de alto aporte energético para personas que realizan actividades con grandes exigencias físicas e intelectuales. La miel se convierte en energía y nutrientes que se asimilan en los distntos sistemas del cuerpo, muy a diferencia de los endulzantes que producen adicción, quitan el calcio de los huesos al acidificar los alimentos y como no se eliminan, quedan depositados en forma de grasa en las distintas partes del cuerpo.

Contribuye a descongestionar bronquios y pulmones, suavizar la garganta y aliviar las aftas bucales.
Además de aportar energía, la miel te brinda una serie de beneficios a partir de sus propiedades no solo endulzantes sino también de otra índole que son sumamente beneficiosas para tu salud.

Endulzante: Es un excelente reemplazo del azúcar común o blanca.

Dietéticas: Aporta menos calorías que el azúcar, y además aporta una gran variedad de vitaminas y minerales, que el azúcar común no tiene.

Anti gastritis: Se puede utilizar para el tratamiento de la gastritis, ya que ésta logra actuar como antibiótico y cicatrizante de la mucosa gástrica, ayudando inclusive a atacar a la bacteria que en la mayoría de los casos causa la gastritis (Helicobacter pylori).

Laxante: La miel actúa sobre el intestino, lubricando y estimulando el peristaltismo por su alto contenido en acetilcolina.

Diurética: Por un proceso de regulación osmótica de la sangre, permite eliminar el exceso de agua de los tejidos y órganos.

Antisépticas: Es un excelente cicatrizante, la miel incorporada en cremas además de suavizar, actúa como antibiótico y cicatriza rápidamente las heridas, quemaduras, úlceras, etc.

Expectorante: Se utiliza para afecciones respiratorias, ya que actúa como expectorante y además calma la tos.

Estimulante del miocardio: Se ha comprobado que por su alto contenido en azúcares simples, la miel estimula la actividad cardíaca, además de mejorar su tono cardiovascular.

Sólo deberás tener en cuenta una precaución: los bebés no pueden consumir miel hasta después del año.

Como podrás ver son muchos los beneficios de endulzar con miel hasta en dietas para adelgazar. Prueba las propiedades endulzantes de la miel y pierde peso saludablemente.

En Medicina Ayurvédica, las enfermedades están divididas en exógenas y endógenas como la hipertensión, diabetes, alergias, colesterolemia, triglicéridemia, tromboembolias, artritis, poliartritis, reumatismo, uricemia, esclerosis múltiple y todas las variedades del cáncer... AMA es la raíz de todas las enfermedades endógenas y ellos recomiendan la miel como único endulzante válido en una dieta que ayude a combatirla.

Es necesario tener en cuenta que una de las formas de reconocer la miel “no adulterada” con agua es por su consistencia. La miel pura tiende a granularse o a ponerse pastosa y se endurece cuando disminuyen las temperaturas. Para disolverla y volver a dejarla en estado líquido es necesario ponerla al sol, a baño maría.

2 comentarios:

  1. Con respecto al Origen de las Abejas: Mucho antes de que apareciera el hombre sobre la faz de la tierra, mucho antes de que vivieran los primitivos mamíferos y peces, mucho antes de que se hicieran presentes las aves y la casi totalidad de los vegetales, las abejas ya poblaban el aire húmedo de las selvas del carbonífero, ya pendían sus panales de cera en oquedades, ya acumulaban las reservas de miel y polen.

    La estructura perfecta, la conformación orgánica y social bien definida, todo lo que hoy es prueba de una evolución en la que el automatismo ha dado paso a funciones vitales que nos hacen pensar en un instinto desarrollado hasta los umbrales de la inteligencia, todo esto estaba ya definido en las abejas que nos legó el ámbar milenario para solaz de nuestro espíritu investigador.

    Los cálculos de los hombres de ciencia contemporáneos han fijado de una forma más precisa los estadios geológicos por que atravesó la Tierra: entre el momento en que la corteza terrestre y su atmósfera presentaron condiciones favorables para las manifestaciones más rudimentarias de la vida, y el período en que la colonia de abejas quedó fosilizada en el pedazo de ámbar, la evolución de este insecto no fue posible desde sus formas primitivas hasta lo que en la era carbonífera aparece como colonia social perfectamente desarrollada.

    Además, desde estos tiempos remotos han transcurrido milenios, han sobrevenido cataclismos, erupciones volcánicas, anomalías cósmicas, sin que la abeja se haya visto afectada o variado el sistema de vida.

    Todo esto sugiere, quizás, una hipótesis que ya no es, en la era atómica en que vivimos, tan aventurada: la abeja no es de este planeta; llegó a la tierra desde otro mundo que en edad nos aventaja en varios millones de años y del cual quizás sólo existen, al presente, errantes despojos cósmicos. Allí donde un cinturón de asteroides señala el antiguo derrotero de un planeta destrozado pudo florecer otrora un mundo semejante al nuestro. Sabemos, en efecto, que todos los planetas están constituidos por la misma materia fundamental.

    El sistema solar es sólo un ejemplo, un átomo, dentro de la inmensidad de la galaxia, opulenta en millones de sistemas solares, y, a su vez, el Universo está constituido por millones de galaxias. No estamos solos en el Universo: esto ya no es algo difícil de pensar; y, aunque hay una íntima resistencia para admitir el origen extraterreno de las abejas, si las circunstancias y pruebas acumuladas nos conducen a ello, no podemos, hoy, descartar esta posibilidad.

    Quizás, pues, no anduvieron muy lejos de la verdad los antiguos y valiosísimos documentos del Tíbet, guardados por el celo de los lamas en sus inaccesibles monasterios de los montes Himalaya. En ellos se cuenta el origen del nombre y se explica cómo llegó éste, tripulando naves espaciales, desde otro planeta, y cómo trajo consigo las semillas del trigo y los enjambres de las abejas. Ciertamente, la imagen del origen y evolución de la vida de los científicos modernos no corresponde ni se adecua a la imagen ingenua de las viejas tradiciones tibetanas. Pero si un día se hiciera necesario admitir el origen extraterreno de las abejas, la ciencia debería modificar sus representaciones actuales y aceptar algo de los supuestos del Tíbet. En este caso, al admitir la presencia de especies bien desarrolladas, llegadas a nuestro planeta a través de viajes siderales, junto a otras que se desarrollan progresivamente hacia formas más perfectas, habría que estudiar la influencia y modificaciones que la presencia de aquéllas introduce en la evolución en general.

    Estuvieron aquí para proveer de alimento a los seres que colonizaron la tierra. La biblia dice que los hombres-dioses se alimentaban de langostas y miel. Por allí habría que averiguar.

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